no se queje si no se queja

miércoles, 25 de abril de 2007

Alejandro Olmos

Un texto de Norberto Galasso Alejandro Olmos nació en Tucumán el 1° de mayo de 1924. Allí desarrolló sus primeros estudios, que lo condujeron, luego, a la Facultad de Derecho. Eran los años de la “Década Infame” y el joven estudiante universitario trabó relación con un comprovinciano peleador e insobornable, justamente quién habría de otorgar ese rótulo a tal época de latrocinio y entrega: José Luis Torres. Si bien se adentró en el estudio de las cuestiones jurídicas, por esas vueltas de la vida, el joven no llegó a doctorarse pero, en cambio, al lado de Torres, se “doctoró” en descubrir estafas y en esa cuestión difícil de “lo nacional” –lo antiimperialista, si usted prefiere-, tema escamoteado por el liberalismo conservador difundido por la clase dominante. En esos fines de los treinta y comienzos de los cuarenta Torres prodigaba sus esfuerzos en denunciar la ignominia del Banco Central mixto –diseñado por un director del Banco de Inglaterra-, el negociado de las tierras del Palomar, las trapisondas de Federico Pinedo y en especial de la familia Bemberg, que a la muerte de don Otto soslayó el impuesto a la herencia con una declaración de bienes tan menesterosa que casi constituía una solicitud de limosna. (sigue en Agenda de Reflexión)

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